¿Por qué mi perro se ha vuelto agresivo y como los tranquilizó

¿Por qué mi perro se ha vuelto agresivo? y como los tranquilizó

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Agresividad del perro y formas para tranquilizarlos 

La agresividad en los perros puede ser causada por una variedad de factores que pueden ser tanto genéticos como ambientales. Algunas de las causas comunes de la agresividad en los perros incluyen:

  1. Miedo o Ansiedad: Los perros pueden volverse agresivos cuando se sienten amenazados o inseguros. Esto puede ser el resultado de experiencias traumáticas, falta de socialización adecuada o situaciones estresantes. Un animal que ha sido maltratado es más propenso a perder la calma o a morder.
  2. Dominancia: Algunos perros pueden mostrar agresividad como un intento de establecer su dominio sobre otros perros o personas en su entorno.
  3. Territorialidad: Los perros pueden volverse agresivos para proteger su territorio, ya sea su hogar, patio o posesiones.
  4. Dolor o Malestar: Los perros que están experimentando dolor crónico o malestar físico pueden mostrar agresividad como una forma de protegerse a sí mismos o de evitar que otros los lastimen.
  5. Falta de Socialización: Los perros que no han sido expuestos adecuadamente a diferentes personas, animales y entornos pueden desarrollar miedo o ansiedad, lo que puede manifestarse como agresividad. El miedo a los desco­nocidos o a las situaciones nuevas puede hacer que el animal muestre los dientes o las uñas.
  6. Problemas de salud mental: Algunos trastornos mentales en los perros, como la ansiedad por separación o la compulsión, pueden contribuir a comportamientos agresivos.
  7. Genética: Algunas razas de perros pueden tener predisposición genética a la agresividad, aunque es importante recordar que el ambiente y la crianza también juegan un papel importante en el desarrollo del comportamiento de un perro.

Para mantener tranquilo y controlado a un animal de compañía, los expertos recomien­dan las siguientes medidas.

Para Perros y Gatos

1. Compórtate como el amo.

La próxima vez que su mascota gruña, escupa o muerda, reprenda con firmeza con un simple “No”. El animal debe detenerse y adoptar una postura sumisa. Su lenguaje corporal puede indicar: “Entiendo que no debo hacer eso”.

Sin embargo, es importante no causarle miedo ni generar alarma. La clave está en ser firme, no amenazante. Pronto comprenderá lo que se espera de él.

2. Corrigelo de una vez.

Los perros y gatos, así como los niños, suelen comportarse mal en momentos en los que estás ocupado o cuando una corrección podría resultar incómoda, como durante una visita importante en tu hogar. A pesar de ello, es crucial no permitirles que se salgan con la suya. Para que una reprimenda surta efecto, debe aplicarse inmediatamente después del comportamiento no deseado.

3. Puedes aislarlo como castigo.

Una de las estrategias más efectivas para disciplinar a un animal agresivo es utilizar el aislamiento como castigo. Al separarlo de lo que más valora, que en este caso es su compañía, envía un claro mensaje de que su comportamiento no es aceptable. Deje al animal solo en una habitación durante un período de tiempo, idealmente alrededor de 5 minutos. Es importante que este tiempo sea suficiente para que el animal comprenda la relación entre su comportamiento y la consecuencia de ser apartado de su presencia. Aunque los animales de compañía suelen disfrutar de la interacción social, la experiencia del aislamiento puede ser desagradable para ellos, lo que refuerza la asociación negativa con su comportamiento agresivo.

4. Atúrdalo.

Para disuadir el comportamiento agresivo de su mascota, puede considerar un enfoque que implique aturdirlo momentáneamente. Los animales domésticos suelen ser sensibles a los ruidos fuertes, por lo que esta técnica puede ser efectiva.

Una opción es crear un dispositivo que emita un sonido sorprendente. Por ejemplo, puede colocar algunas monedas dentro de una lata de refresco y sellar la abertura con cinta adhesiva. Cuando su mascota adopte una actitud agresiva, emita un firme “¡No!” mientras agita rápidamente la lata. El sonido repentino y estridente le recordará a su mascota que su comportamiento ha cruzado una línea.

Es importante utilizar este método con moderación y en situaciones específicas para evitar que su mascota se acostumbre al ruido y pierda su efectividad. Además, es crucial complementar este enfoque con técnicas de entrenamiento positivas para promover un comportamiento adecuado en el futuro.

5. Reserve sus manos para demostrarle afecto.

Es natural que se le escape un golpe cuando un perro muerde o un garo bufa, pero en la mayoría de los casos golpear al animal empeora la situación. Algunos animales se asustan tanto que muerden instintivamente cada vez que se sienten amenazados. Su mano debe ser la mejor amiga de su animal de compañía.

¿Cómo se debe corregir a un perro?

Facilite encuentros con desconocidos.

Los perros tienen un instinto natural para proteger su territorio y pueden mostrar agresividad cuando personas desconocidas, como el cartero o el repartidor del supermercado, entran en su espacio. Para ayudar a su perro a socializarse mejor, mantenga siempre a mano un recipiente con golosinas cerca de la puerta principal. Cuando llegue un visitante, anímele a ofrecerle una golosina al perro. Esta interacción positiva con personas desconocidas ayudará a que su mascota no las vea como una amenaza, sino como amigos que le ofrecen algo agradable.

Envíe un mensaje de paz al cartero.

Los carteros suelen ser víctimas comunes de la agresión de los perros. Si su hogar cuenta con un buzón en el exterior, puede ayudar a que el cartero se sienta bienvenido y seguro pegando un hueso con cinta adhesiva en la tapa del buzón. De esta manera, el cartero podrá dejar una “oferta de paz” junto con la correspondencia, lo que podría reducir las tensiones y promover una relación positiva entre su perro y el personal de entrega.

Inscríbalo en una escuela de obediencia.

La clave para prevenir comportamientos agresivos en perros jóvenes es proporcionarles una educación adecuada. Las clases de obediencia para cachorros ofrecen una excelente oportunidad para que el animal interactúe con otros perros y personas, al mismo tiempo que enseñan al dueño a controlar a su mascota. La mayoría de los cachorros están listos para comenzar estas clases entre las 12 y 16 semanas de edad, lo que les brinda una base sólida para un comportamiento socialmente aceptable en el futuro.

Además de las estrategias mencionadas anteriormente, existen varias otras formas de corregir y entrenar a un perro de manera efectiva y compasiva.

Refuerzo positivo: Esta técnica se centra en recompensar y elogiar el comportamiento deseado en lugar de castigar el comportamiento no deseado. Al utilizar golosinas, elogios verbales y caricias para reforzar acciones adecuadas, se promueve un ambiente de aprendizaje positivo y se fortalece el vínculo entre usted y su perro.

Entrenamiento con clicker: El entrenamiento con clicker es una herramienta poderosa que utiliza un sonido de click para marcar el comportamiento deseado en el momento exacto en que ocurre. Este método ofrece una forma clara y precisa de comunicarse con su perro y de reforzar comportamientos específicos de manera consistente.

Redirección: Cuando su perro exhiba un comportamiento no deseado, como morder o saltar, es importante redirigir su atención hacia una actividad alternativa y apropiada. Proporcione juguetes adecuados para masticar o jugar, lo que no solo desalienta el comportamiento no deseado, sino que también canaliza la energía de su perro de manera positiva.

Tiempo fuera: Al igual que con los niños, proporcionar a su perro un breve período de tiempo fuera de una situación o interacción que está causando un comportamiento no deseado puede ser efectivo. Esto puede ayudar a calmarlo y enseñarle que ciertos comportamientos tienen consecuencias negativas, sin recurrir al castigo físico.

Entrenamiento de obediencia: El entrenamiento de obediencia básico, como sentarse, quedarse y venir cuando se lo llama, es fundamental para establecer una relación de respeto y comunicación entre usted y su perro. Estos comandos también son útiles para redirigir y controlar su comportamiento en diversas situaciones, proporcionando una base sólida para un entrenamiento más avanzado.

Consistencia: La consistencia en sus expectativas y en la aplicación de las reglas es clave para el éxito del entrenamiento. Los perros responden mejor cuando saben qué esperar y cuáles son las consecuencias de su comportamiento. Mantenerse coherente en su enfoque ayudará a su perro a comprender lo que se espera de él.

Evitar el castigo físico: Es fundamental evitar el castigo físico, ya que puede causar miedo, ansiedad y agresión en su perro. En su lugar, opte por métodos de entrenamiento positivos y respetuosos que promuevan un ambiente de aprendizaje seguro y amoroso para su mascota.

Cuándo consultar al veterinario

Es importante consultar a un veterinario si tu perro muestra signos de agresividad, ya que podría ser un indicio de problemas de salud subyacentes o necesidades específicas que deben ser abordadas. Algunas situaciones en las que debes considerar la intervención veterinaria incluyen:

  1. Cambios repentinos en el comportamiento agresivo, especialmente si no hay una causa evidente.
  2. Agresividad que se presenta junto con síntomas físicos como letargo, pérdida de apetito o dolor.
  3. Agresión que aumenta en intensidad o frecuencia con el tiempo.
  4. Agresión dirigida hacia personas u otros animales que resulta en lesiones.
  5. Agresividad que interfiere con la vida cotidiana o la relación con tu perro.
  6. Si tu perro ha experimentado un evento traumático reciente que pueda estar relacionado con su agresión.
  7. Si la agresividad persiste a pesar de intentar técnicas de modificación del comportamiento en el hogar.

Un veterinario puede realizar un examen físico completo y evaluar la salud general de tu perro para descartar cualquier problema médico que pueda estar contribuyendo a su comportamiento agresivo. Además, puede derivarte a un especialista en comportamiento animal para un diagnóstico y tratamiento más específicos si es necesario. Recuerda que la agresividad en los perros puede ser peligrosa y debe abordarse de manera adecuada con la orientación y el apoyo de profesionales veterinarios.

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