La pasión por el cuidado de los animales y el deseo de emprender en el campo de la veterinaria es un sueño compartido por muchos licenciados en esta noble profesión. Sin embargo, el camino hacia la apertura y gestión de una clínica veterinaria propia requiere de una cuidadosa planificación y conocimiento tanto clínico como empresarial. En este artículo, te ofrecemos una guía paso a paso para ayudarte a hacer realidad tu proyecto.
Resumen del la publicación: Blanca Navajo González Tutores: Mª Teresa Encinas Cerezo y José María Ros Rodríguez Dpto. de Toxicología y Farmacología. Fac. de Veterinaria. UCM ISSN: 1988-2688
1. Evaluación y Planificación Inicial
Antes de dar el primer paso, es crucial realizar una evaluación exhaustiva de tus capacidades, recursos disponibles y del mercado en el área donde deseas establecer tu clínica. ¿Estás preparado para esta actividad? ¿Cuentas con los recursos financieros necesarios? ¿Existe una demanda suficiente en la zona? Estas son algunas preguntas clave que debes responder antes de continuar.
Antes de embarcarse en cualquier iniciativa empresarial, es crucial evaluar si se cuenta con la capacitación necesaria, los recursos disponibles y el potencial del mercado. Una vez confirmada la viabilidad del proyecto, se deben abordar aspectos cruciales que definirán la naturaleza y gestión del futuro centro veterinario. Estos incluyen la definición del tipo de actividad clínica, ya sea consultorio, clínica o hospital, cada uno con requisitos y servicios específicos. Asimismo, se debe considerar la forma jurídica del centro, teniendo en cuenta el tipo de actividad, el número de promotores, los costos iniciales y la responsabilidad económica. La elección adecuada puede variar entre opciones como autónomo, comunidad de bienes, sociedad civil o sociedad mercantil. Además, si se requiere contratar personal, es esencial comprender los tipos de contratos laborales disponibles y las condiciones legales asociadas. Esto implica conocer la normativa del Estatuto de los Trabajadores y explorar fuentes especializadas para obtener más información sobre el tema.
2. Requerimientos para un Centro Veterinario
Para establecer un Centro Veterinario como empresa, se deben cumplir varios registros gubernamentales. En el ámbito económico, es esencial registrarlo en el Ministerio de Hacienda para reportar ingresos y cotizar impuestos, que varían según la forma jurídica de la empresa (IRPF o Impuesto de Sociedades). Además, dependiendo de la forma jurídica, especialmente para sociedades mercantiles, se debe inscribir el negocio en el Registro Mercantil de la Comunidad Autónoma correspondiente. Por su componente sanitario, también se requiere la inscripción en el Ministerio de Agricultura.
A nivel local, se necesita una Licencia de Apertura Calificada, para la cual se deben presentar documentos como contrato de arrendamiento, compraventa o escritura de propiedad, proyecto de instalaciones del local y certificaciones sobre el cumplimiento de condiciones. También se requieren justificantes de pago de impuestos municipales y licencia fiscal de actividades comerciales o profesionales.
Aunque no son necesarios para la apertura del centro, otros trámites, como el alta en el Registro de Pequeños Productores de Residuos Peligrosos, son obligatorios para el manejo adecuado de residuos veterinarios. Estos procesos pueden demorarse meses, pero la legislación permite comenzar la actividad empresarial dentro de un año si se ha iniciado el trámite correctamente.
Requisitos del veterinario para trabajar en un centro veterinario
Los veterinarios encargados de la labor clínica en un centro veterinario deben poseer, o estar en proceso de obtener, el Título Oficial de Veterinario expedido por una universidad según el país de origen. En caso de haber realizado sus estudios en el extranjero, deben presentar la convalidación correspondiente.
Además, los veterinarios, al igual que otros profesionales que trabajen en el centro, deben estar registrados en el Régimen de la Seguridad Social, ya sea como autónomos o empleados dependientes. Es imprescindible estar colegiado en uno de los Colegios Oficiales de Veterinarios del país y estar al día con el pago de las cuotas. La colegiación, preferentemente, se realiza en el Colegio de la provincia donde esté ubicado el centro veterinario.
Dotación inicial de un centro veterinario
La dotación inicial de un centro veterinario varía según la actividad clínica y los servicios adicionales que se ofrecerán. Esta dotación incluye mobiliario, acondicionamiento del local, aparataje y material clínico y quirúrgico.
Antes de iniciar la actividad clínica, es crucial establecer contactos con empresas suministradoras de medicamentos y material clínico para asegurar el mantenimiento del stock. La elección de proveedores debe basarse en la calidad del servicio y de los productos, así como en la eficacia de la distribución. Se recomienda investigar el mercado y contactar con varias empresas debido a la competencia y la especialización en distintos campos de distribución.
El desembolso inicial puede ser elevado para un joven veterinario emprendedor. Sin embargo, existen ayudas a nivel nacional y autonómico, como créditos “blandos”, dirigidas especialmente a sectores con dificultades para iniciar su actividad empresarial. Además, se puede recurrir a sistemas de financiación como el “leasing” y el “renting” para la compra de aparataje costoso, permitiendo pagar en cuotas durante un periodo de tiempo sin intereses significativos.
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